sábado, 29 de octubre de 2011

Pequeños tesoros que nos hacen felices



Algunos cuando eramos pequeños (o no tanto) tendíamos a guardar cosas que alguien importante nos había regalado o simplemente cosas que habían significado algo para nosotros. Me refiero a lo que guardamos en un cajón, y que al cabo de un tiempo observamos. Entonces, se nos ilumina la cara y nos vienen a la cabeza multitud de recuerdos y situaciones vividas, es como observar un álbum de fotos. Para mí es una de las mejores sensaciones que se pueden tener.



Esta reflexión se me ha pasado por la cabeza cuando esta tarde una amiga me llevó a la exposición de antigüedades en la Feria de Valencia. El recinto dedicado a la exposición era una de las naves de la feria de modo que las obras expuestas resaltaban sobre las tristes paredes de color gris. Las reliquias expuestas se hallaban distribuidas por “stands” o casas de antigüedades. Los Stans estaban bien iluminados y atendidos, en todo momento eras informado sobre la antigüedad sobre la que preguntases, además, el precio era fácilmente visible en prácticamente todos los productos. Creo que esta distribución es buena aunque en mi opinión sería mejor distribuir las antigüedades por tipos o temas, para que así la gente interesada en ellas supiera a que sección dirigirse. 

 máscaras africanas

sacapuntas antiguos









  En la exposición había prácticamente de todo, desde monedas de coleccionista hasta muebles antiguos, pasando por muñecas, cámaras de fotos, instrumentos, pinturas, ropa, pósters, relojes, joyas e incluso cera. Lo que más me ha llamado la atención han sido los teléfonos, máquinas de escribir y cámaras antiguos. Estas cosas me gustan porque han evolucionado mucho y actualmente se siguen usando y al ver el cambio me da algo de nostalgia. 








Sin embargo, lo que menos me ha gustado es que las cosas parecían estar amontonadas, y sus propietarios habían vaciado sus casas para deshacerse de todo lo que pudieran. Otra cosa que no me ha gustado, ha sido que en algunos “Stans” se exponían obras que antiguas y muy bien pintadas junto con obras que no se ni como clasificar. 



Yo os recomiendo esta visita si os gusta coleccionar cosas o queréis alguna antigüedad.


Un último consejo, aquello que os ha hecho u os hace feliz, guardadlo para siempre.


1 comentario:

  1. Parece mentira la vinculación afectiva que podemos establecer con un objeto, pero ahí está. También es cierto que no ha todo el mundo le pasa. Yo suelo guardas recuerdos asociados con personas... aunque reconozco que en algunos momentos me da un arrebato de limpieza, muy liberador, y arramblo con todo lo que se me ponga por delante. Es también muy sano.

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