Mírame, tócame, acaríciame, provócame, sedúceme, contrólame, protégeme, grítame, relájame, yo soy Giulietta, si vas a hablar de mi pruébame.
Estas palabras, sin ver el anuncio nos podrían llevar a imaginarnos un anuncio con un tema erótico, parecen palabras que una mujer podría estar diciéndole a un hombre manifestándole una intención, que le haga suyo, pero que antes de todo esto compruebe si esa elección es la adecuada. Pero no chicos despertar del sueño, la mujer no os está ofreciendo una cita ni un encuentro, sólo está promocionando uno de los nuevos coches de Alfa Romeo para el año 2011, el Giulietta.
Viendo los anuncios queda claro la intención del fabricante, equiparar su nuevo modelo con una de las mujeres más bellas y seductoras de la actualidad y con una de la obras más importantes de Mies Van der Rohe, el Pabellón de Barcelona, edificio totalmente rompedor en su momento, quizás es esto lo que plantean con el anuncio, un nuevo concepto de coche, un cambio revolucionario, tal como el que Mies propuso en el año 1929. Si Mies fue uno de los mayores exponentes de la arquitectura moderna, y un gran diseñador, podemos decir que esta marca italiana de coches reencarna perfectamente el espíritu rompedor del arquitecto. En la propia página del fabricante encontramos la siguiente frase: Giulietta nace con estilo propio, en un tiempo en el que siempre es más sencillo adaptarse a los demás, establece sus propias reglas.
En el vídeo vemos la aparición de dos de las siete artes tradicionales, el cine y la arquitectura, podríamos aventurarnos a decir que los coches del S.XXI podrían ser el octavo arte, esto son palabras mayores, pero con diseños como este, no es algo imposible.
Buen análisis, creo que Alfa Romeo ha acertado con este anuncio consiguiendo implicar al espectador con las afirmaciones imperativas, pero me quedo con la última frase, pues sin corazón solo seríamos máquinas.
ResponderEliminarLa verdad es que el diseño de coches, sobre todo italianos, alcanza cotas de extraordinaria calidad. Magnifico coche, magnifico anuncio. Otra vez me impide poner acentos... ¡Sera posible!
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