Exposición Julio González

El pasado Sábado me trasladé al IVAM para ver un conjunto de exposiciones junto a Liv (del blog sitehevistonomeacuerdo-v5.blogspot.com). Nos recorrimos el IVAM entero en busca de exposiciones para poder comentarlas en el blog. Sin duda alguna la que mas nos gustó a ambas fue la del surrealismo, de la que hablaré más adelante.
Quiero dejar patente que me parece una absoluta tontería que no se nos deje hacer fotos. No entiendo el por qué. Primero nos dijeron que sólo podíamos hacer fotos panorámicas, luego que podíamos hacer éstas pero no muchas. Sin embargo, y pese a las dificultades, con una cámara y bastante precaución conseguimos hacer un reportaje bastante amplio sin ser extremadamente regañadas. También quiero decir que todo ésto tuvo mayor o menor dificultad dependiendo de la sala y sobre todo al vigilante que la custodiaba. Mis agradecimientos a todos los vigilantes de la sala que miraban hacia otro lado haciendo como que no nos veían tomar fotos.

La primera exposición de la que voy a hablaros es la de Julio González.

Julio González es uno de los principales escultores del siglo XX. Su obra está distribuida entre los mayores museos de arte moderno, destacando el Musée National d' Art Mmoderne de París, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid y el Museum of Modern Art de Nueva York. Siendo la colección más importante la del IVAM, que consta de 120 esculturas, 20 pinturas y 70 dibujos.

Julio González nació en Barcelona donde trabajó como orfebre y forjador en el taller de su padre. Pronto comenzó junto con su hermano a participar en la vida artística de Barcelona. En sus obras se puede observar la influencia del modernismo, el novecentismo y también del cubismo de Picasso.

Si por algo pudimos ver que se caracteriza su obra, es por el empleo de diversos metales: hierro, broce... para la realización de sus obras y también por qué es lo que representan sus obras, que en la mayoría de los casos son mujeres. Las representa realizando algún tipo de acción cotidiana, y es en las figuras que representan tanto la Guerra Civil Española como la consiguiente Guerra Mundial, las más expresivas y figurativas.

En cuanto a la forma de exposición aquí vemos como algunas de las esculturas de menores dimensiones se encontraban dispuestas en vitrinas de soporte blanco, al igual que las paredes muy blancas todas ellas. En cuanto a los dibujos expuestos como podemos ver al fondo de la imagen, se encuentran dispuestos con un ligero marco de tono marrón.

Una de las esculturas más famosas de Julio González es la llamada "Femme au mirror" (Mujer ante el espejo). Ésta fue la escultura que pensó presentar en el Pabellon de la Republica Española en la Feria Universal de París en el año 1937. Aunque más tarde cambió de idea presentando  "Petit Montserrat effrayée" (Pequeña Montserrat asustada).
La figura que se nos muestra a la derecha, se coloca en la exposición de forma prioritaria. Si bien donde reposan las demás esculturas son prismas, está reposa sobre una forma cilíndrica, rodeada de una pieza de forma circular que le hace depositarse sobre un fondo blanco y hacerla la figura principal de la sala, colocándose alrededor las demás figuras.
La Femme au Mirror no se encuentra dentro de sus obras más figurativas pero no podríamos considerarla abstracta puesto que representa a una mujer mirándose en el espejo, quedando representada la forma sinuosa de la mujer.

Aquí os dejo una de esas obras que antes mencionaba como más figurativas. Aquí vemos representada la cara de una mujer con una desmesurada expresión en el rostro, que aparentemente está gritando y que posiblemente pertenezca a la época que antes os mencionaba, la que representa el terror de las guerras.







Hablamos por tanto de un escultor que trabaja con el forjado de piezas metálicas para intentar representar el cuerpo humano, sobre todo femenino, en distintas posiciones que rozan la abstracción, siendo su época más figurativa la más cercana a la expresión de la guerra, donde la representación de rostros asustados y gritando se hace de una forma más realista.
Personalmente, me gustó mucho la exposición, que marcaba el recorrido de una forma muy ilustrativa con las diversas vitrinas y en el que las obras no se colocaban como suele pasar en pintura, en las paredes, sino que el espacio central se hace más patente, e incluso colocan la obra central muy cerca de la entrada a la sala, como ocurren en la Femme au mirror, para que no veamos a primera vista las demás obras.