martes, 1 de noviembre de 2011

Franco Fontana


El otro día me fui a dar una vuelta por el centro y pasé por delante del IVAM. Puesto que no me apetecía irme todavía a casa, decidí entrar a la exposición que ponen en la parte de abajo.


 

Era una exposición de un fotógrafo italiano llamado Franco Fontana. En la sala, se mostraba una mirada atrás de buena parte de su obra. Este fotógrafo se dedicaba a retratar paisajes para captar cosas que a primera vista no vemos. Destacan los juegos de color, luces y sombras.


 


La forma de contar esa mirada retrospectiva es mediante un recorrido circular, de modo que mientras avanzamos vamos viendo la evolución del fotógrafo en cada tema.
En las paredes se exponían sus fotografías más destacadas o significativas. A un lado de la sala se encontraban sus primeras fotografías, sobre una pared gris y rodeadas por un marco color rosa palo. A medida que avanzabas los marcos desaparecen y el tamaño de las obras cambiaba. Algo que me llamó la atención es que en cada sección (cada una de 4 ó 5 cuadros) había un cuadro más grande que el resto, como si fuera la “portada” del tema o algo así.




Una de las obras que más me gustó en esta primera parte es Praga 1967. Al observarla me acerqué porque no sabía si era una foto o una pintura, a causa de la luz o los colores de la misma.








Más adelante, se exponen cuadros de paisajes donde Fontana juega con la forma de las nubes y el horizonte, que secciona las imágenes. La mayor parte de estas obras se caracterizaban por los colores amarillos y verdes. En ocasiones, los paisajes estaban coronados por un árbol. En esta parte también introduce el mar en el paisaje y los reflejos en el agua.

A mí, me recordaron al salvapantallas de Microsoft, aunque mucho más bonito donde va a parar. 


En otra sección, se dedica a fotografiar las señales del suelo, es decir, los pasos de cebra y otras indicaciones pintadas en el asfalto. Nunca se me habría ocurrido que las marcas en el asfalto podría se algo curioso de fotografiar.






Por último, expone una amplia secuencia de trabajos urbanos. Aquí se podían diferenciar claramente dos partes. En la primera, el fotógrafo se sirve de las sombras humanas para reflejar la huella del hombre en la sociedad. En la segunda, Fontana parece querer destacar las obras de los hombres, la arquitectura. Lo más característico de esta sección es que en bastantes imágenes aparece una persona de espaldas contemplando lo que el artista ha querido retratar.


En otra parte de la sala, también se exponían un conjunto de polaroid realizadas por Fontana. Estas estaban cargadas de vitalidad y color.


Espero que os animéis y la visitéis.
“La fotografía no tiene que reproducir lo visible, sino que debe hacer visible lo invisible”

1 comentario:

  1. De sus trabajos, me deja maravillada el uso del color y sus composiciones. Me alegra que te gustara visitar la exposición.

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