Hoy es uno de esos días
que cualquier cosa es mejor que estudiar. Me he puesto a ver fotos y he
encontrado estas, que me traen un agradable recuerdo. Hace dos años, en verano,
unos amigos decidimos ir a ver amanecer a la playa.
Estas fotos las hizo una amiga
mía y las cogí porque me parecen espectaculares y porque me recordaron a la
exposición de Franco Fontana que fui a ver al IVAM y que comenté hace un par de
entradas. En muchas de las obras de ese fotógrafo aparecían personas de
espaldas a la cámara, observando lo que el fotógrafo deseaba inmortalizar. En
este caso, en la primera fotografía el paisaje queda recortado por las figuras
a contraluz. La fotógrafa quiso inmortalizar el horizonte de la playa de la Malvarrosa
desde poco antes que saliera el sol hasta unos pocas horas después. En las
imágenes se puede apreciar como el cielo va clareándose y como los tonos
azulados se convierten en anaranjados y rojizos.
La verdad es que mereció
la pena madrugar.
Nada como ver amanecer en el mar. Una vez estuve en una excavación arqueológica en un pueblo de costa y como nos levantábamos a las cinco de la mañana vivía este espectáculo todas las mañanas. Maravilloso.
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